domingo, 16 de mayo de 2010

Percepción

Ese, el que graba el video por un ojo y llora con el otro, ese es el papá de los niños, su esposa es la que murió en el bombazo de la 119. Eso me dijo y solo atiné a verlo largamente, el lloraba por un ojo, grababa el festival de fin de cursos de los niños de primaria con el otro y sostenía al de kínder entre los brazos. Esa es la imagen con la que me quede, hoy es percepción de una realidad lejana.
El primero de mayo viaje a Matamoros por carretera, estuvimos por allá tres días, fuimos a Brownsville, luego a McAllen y de regreso, llegamos a casa casi al anochecer. Ayer fui a Reynosa, anduve babeando por un parque industrial del tamaño del campus de la Universidad Autónoma de Nuevo León, no sé cuantas empresas estén instaladas ahí ni cuantos empleados tengan en conjunto lo que si sé – se ve se siente – es que en la entrada hay cuatro o cinco cajeros automáticos listos para ser ordeñados cada fin de semana; también estuve recorriendo la zona adyacente al predio donde un cliente va a construir un Centro Comercial para competir con el de enfrente. Por la tarde de regreso a casa. Hoy me fui a Nuevo Laredo por las mismas razones – bendita competencia - carretera por la mañana, carretera por la tarde. Ningún accidente, ningún incidente, ni de cerca ni de lejos.
¿Cómo hacemos para que todos los días sean así?