martes, 28 de abril de 2009

El café en tiempos de influenza

Ahora sí creo que el fin del mundo está próximo. Después de una lucha casi mortal, pude salir de la casa: no se me tome a mal, lo que sucede es que con la guardería cerrada, hacerla de niñero limita el tiempo que puedo dedicarle al trabajo.... y mientras el mundo no se parta en dos, debo seguir buscando la papa.

Total que depués un par de patadas y una llave de lucha libre profesional, estaba fuera de la casa. Ya dentro del carro, camino al estarbucks de mi preferencia, encontré con marejadas de rosotros ocultos tras tapabocas deficientes. Las cosas ya no son como antes, es un hecho.

Llego y pido lo de costumbre: una prensa francesa y un sandwick (que por costar varios pesos más que en un oxxo aquí le llaman panini).

Como la "cajera-anfitriona" estaba arrinconada, no fuera a salírseme una gota de saliva contaminada, tuve que escribir mi orden y mandársela por correo. Al poco tiempo llegó mi café y panini empaquetado a prueba de infección: todo en platos y tazas deshechables. Uuuuta.

Un cabrón, al fondo del café, estornudó. Seis desconocidos tomaron sus cosas y se fueron. El del estornudo, apenado, se fue poco después.

Total que solo quedé yo con mis desechables y la cajera arrinconada debajo de la caja registradora. Si presento síntomas, ya saben a quien culpar: al anónimo ojeis que estornudó en mal momento. Creo que el mundo sí va a terminar. Ja.

Tapabocas: moda primavera-verano

Lo del tapabocas, en unas horas, se volvió fashion. Sin que se tenga claro para qué sirve exactamente, usarlos (me refiero a los tapabocas) se vuelve un signo de nuestros tiempos.

Imposible olvidar la sensación de miedo despues del 9/11 o los comentarios posteriores de aquellos quienes viajaron (viajamos) en avión: nuevas restricciones, más filtros, más preguntas en aduanas.

Pienso que esto de la influenza nos está dando una idea de cómo será la vida. Esta epidemia (agravada por la tele y los medios, según me parece) seguramente pasará; lo que se queda con nosotros es la sensación de fragilidad.

Saludar de beso ya no será chic. Los tapabocas es lo que viene en la temporada primavera-verano.

lunes, 27 de abril de 2009

Editorial del Maestro Cedillo

Publicado en el periódico Vanguardia, el pasado 25 de abril:
--
"Miedo", por Jesús R. Cedillo.

“Libérate de la tinta y del papel, maestro. El blog es lo de hoy.” Con estas palabras, el joven y talentoso abogado, Víctor S. Peña —el hombre que más sabe de transparencia gubernamental y acceso a la información en el norte de México— me invitó a divorciarme de tinta y papel, con miras a que este servidor entre de lleno al periodismo cibernético.Sigue sin convencerme, aunque empiezo a escuchar el canto de las sirenas cibernéticas que empiezan a seducirme. Otro editor virtual, César Castillo, quien por un tiempo editó en “soporte papel” su medio de comunicación mensual, “El Sentir de Coahuila”, ha continuado nutriendo su blog, su bitácora periodística, con fotografías, textos y caricaturas que tienen que ver con información de Coahuila; una y otra vez ha insistido en que tenga un blog, una página por Internet.

Hoy, y en este momento que redacto las siguientes palabras en mi ordenador personal antediluviano (casi es de leña y hay que esperar a que los ciberchips se calienten, para que luego se encienda esta computadora de primera generación), hay más blogeros en el ciberespacio que gotas de agua en el océano. ¿Por qué habría de sumarme yo a este ruido ensordecedor espacial sin ritmo ni mucho menos música?El blog es una especie de bitácora personal que todo mundo puede leer, una especie de diario que antes era privado y ahora es público. Lo anterior la verdad, me da miedo, es un miedo al vacío.

Hay blogs (¿así es el término?) de todos los temas imaginables. Víctor S. Peña, por ejemplo, nutre uno que se llama “Un tipo ordinario.” Situaciones urbanas, personales e intransferibles que al anudarse como cuentas en el rosario, dan un mapa topográfico por el cual transita el tres veces premiado ensayista a nivel nacional. Castillo Quiroz, editor responsable de su “Sentir de Coahuila”, enfoca las baterías por el lado de la recopilación periodística y el blog es una brújula de todo lo que en la red circula sobre la familia Moreira.

Hay blogs entonces periodísticos, de autos clásicos, sobre manga japonesa, sobre cocina, de fotografía, sobre cremas bronceadoras, sobre injertos de piel; blogs sobre Roberto Bolaño, Julio Cortázar, sobre licores baratos y chiles habaneros y así, ad infinitum.Muchos de estos blog son anónimos: nadie sabe quién los hace, ni quién los firma. Yo, a la antigua, sigo escribiendo por ideales, no por ambición ni mucho menos por dinero y claro, mi firma siempre va de frente.

Esquina-bajan
Profético, el mejor reportero del mundo, don Ryszard Kapuscinski, hablaba de que la Internet, la globalización trajo consigo a lo que llamó “media worker”: hordas de jóvenes que se escudan en los grandes consorcios de empresas de comunicación globales, a los cuales les da igual su trabajo en el “periodismo”, que el ser empleados en una bolsa de valores o en un supermercado. Sobra decirlo: un bloguero no es un periodista, así de sencillo.

“Libérate de la tinta y del papel” me espetó durante una reunión de café, mi amigo, el sabio S. Peña. Y ¿cómo para qué entrarle a la maraña cibernética donde el ruido es infernal, donde se escribe pésimo y por lo general, todo es basura? Por estos días evalúo las cosas para tener un blog, un diario privado en materia literaria y periodística que será público.

Por estos días de Dios también, estoy aplicando para tomar un curso-diplomado sobre Periodismo digital en la Universidad de Guadalajara, en su Centro de Periodismo Digital con el prestigiado periodista norteamericano, James Breiner. La cosa no es tan fácil ni sencilla, hay que aprender.

Letras minúsculas
Una cosa: si entro de lleno al mundo de la internet, prometo revolucionarlo; para ello me estoy preparando. Espere noticias estimado lector.

viernes, 24 de abril de 2009

Resaca de sesos

Otra vez la resaca del seso.

Creo que buena. Sí, eso me parece. La semana pasada fue buena. Las palabras desfilaban una tras otra para ocupar su lugar en el renglón. No batallé, es decir, no más que lo de costumbre. Pero ahí están algunas líneas con las que me siento suficientemente satisfecho: que si la mujer con aroma a tabaco, que si la ladrona, que si esto o lo otro.

Bah. Y, como siempre, después de un fuerte oleaje de creatividad viene la resaca del seso. Vendrán, entonces, varios días en los que apenas si pueda escribir, dejar algo que valga la pena leer.

Paciencia me digo. Un día, cuando menos lo espere cuando la propia materia gris así lo considere, volverán las palabras.

Claro está (y lo leí, conste que no es mío): no debe perderse mucho tiempo buscando la inspiración; hay que trabajarle duro y, entonces, la inspiración te encuentra a tí.

jueves, 23 de abril de 2009

12 hombre en pugna

Uffff. Hacía tiempo que no nos hacíamos, mi esposa y yo, un espacio para ir al teatro. Ayer fue un gran día: acudimos a la función de las siente de 12 hombres en pugna.

Aquí en Saltillo, lo que ocurre es que las obras de buen tamaño e importancia, se presentan "de pasada". Como que se hace un escala entre Monterrey y Torreón y se presentan, como que se aprovecha descansar una noche y, para meterse unos billetes a la bolsa, montan todo el asunto. La obras, entonces, se presentan muy a principio de semana o, cuando tarde, los miercoles.

Sea de cualquier manera, esta obra vale. Quien no haya aprovechado este miércoles, puede ya ir sintiendo lástima por sí mismo: las actuaciones valen. Y nada de machismos. No hay ninguna mujer en escena, pero no hace falta.

Mucha información sobre la obra puede consultarse en la página www.12hombresenpugna.com

lunes, 20 de abril de 2009

Tabaco y mujer

Me quedé con hambre de tu aroma a mujer y tabaco; rellenándome el corazón con jarras hartas de café amargo.

Me quedé, otra vez, con las ganas de ser uno; con la promesa eterna que se cumple en minutos.

Me quedé con lugares comunes para recorrer contigo y poemas de Acuña para susurrarte al oído.

Dibujar con las yemas las líneas de tu mentón. Acompañar tu respiro. Me quedé, pues, con la duda, la idea, en el intento

Y sólo quería decirte que me haces sentir. Bueno o malo: tú dime. Prohibido, ya lo sé.

Me quedé remojando los minutos en café. Ansiando tú aroma a tabaco y mujer.

viernes, 17 de abril de 2009

Entender el silencio

Así de frágil: dejaste de contestar, y lo nuestro terminó.

Lástima. Me digo "suerte para la próxima" y cruzo los dedos queriendo no tener tiempo para que me duelas.

Imaginar que lo mismo puede hacer yo, no contestarte, y dejar que entendieras el silencio, que te cansaras de esperar, que las llamadas no devueltas fueran lo suficientemente elocuentes.

Gracias.

miércoles, 15 de abril de 2009

Si, pero no le hace

Tenía yo un jefe que siempre que le preguntaban ¿esta ocupado? contestaba: sí, pero no le hace.

Sabía yo, como me imagino muchos de quienes le preguntaban, que aquella frase no era del todo cierta. De cualquier manera, el interlocutor acostumbra apresurar la plática, apachurrar las palabras, dejar cosas en el tintero: no vaya siendo que, en esta ocasión, sea cierto.

Sí, algunos de los días el jefe tenía trabajo para dos o tres jornadas juntas, pero aquello no era siempre. La mayor parte del día nos reunía (y digo nos pues incluyo a todos en la oficina) a platicarnos de sus días de músico, pastor, lector infatigable. Y si entraba, entonces, una llamada contestaba diciendo "sí, pero no le hace". Sabíamos, pues, que no siempre era cierto.

Por eso, y desde entonces, cuando tengo la fortuna de que alguien considera la posibilidad de que estoy ocupado y me hace el honor de preguntarme si lo estoy en demasía contesto "Núnca para usted o nunca para tí", dependiendo de la confianza y jerarquía.

Supondrán, imagino, que lo dicho no es del todo cierto. Y mejor: que crean que estoy ocupado más siempre atento a lo que la otra persona deba decirme y no que pudiera estar en charla barroca y, por costumbre, contestar "sí, pero no le hace".

martes, 14 de abril de 2009

De 4 a 7

Tengo cosa de dos meses levantándome a las cuatros de la mañana. He descubierto -o eso creo- que esas son las mejores horas que la vida me ha dado para escribir. Se que a nadie importará, pero lo he querido compartir al viento.

Falta, ahora, un cuarto para las seis de la tarde. Nada se me ocurre, las ideas no fluyen y las letras no quedan pegadas en su lugar.

Me duelen los ojos, necesito otra taza de cafe. Es un círculo vicioso: levantárse temprano para tener claridad de 4 a 7. Y, despues, todo lo demás viene de bajada.

lunes, 13 de abril de 2009

Brevísimo

Aquél patito feo creció y perdió toda esperanza de convertirse en hermoso cisne.

jueves, 9 de abril de 2009

Ladrona

Con el cuerpo satisfecho pero el alma intranquila no quedó más remedio que abrir mis venas, tumbarme a medio camino. Y esperar.

Mil caras de mujer me recuerdan mi historia. Son demasiadas, se me confunden. Un recuerdo vive sobre otro; comienza cuando el anterior no ha terminado.

Y, en todo esto, apareces y todo te lo llevas. Dejas sin nombre a viejas protagonistas. Te impones; me acostumbras a tí.

Dejo que las venas se vacíen. Es mejor la muerte que dar el siguiente paso.

Lo que es bello cuando prohibido, deja de serlo cuando aceptado.

lunes, 6 de abril de 2009

Magia

Provocas que la agena sea la propia y la propia se sienta agena;
Que lo familiar se vuelva extraño;
Que la breve pero dulce agonía, sea una aternidad;
¿Será magia o brujería?
¿Será mera tentación o amor?

viernes, 3 de abril de 2009

Quedarme

Eso de amanecer extrañándote y oliendo a tí.

Quedarme solo con aquella peca que me regalaste y la falsa apuesta sobre verdadero color de tus ojos. Quedarme con tu espacio, en el espacio, despacio.

Quedarme con una historia que no podré contar y promesas hechas para no cumplirse. Quedarme con una nueva canción y con la búsqueda de otras que nos describan sin saber, que cuenten nuestra historia a los desconocidos.

Solo, y con una taza de café. Solo, y con ganas. Esperando el inicio de una nueva semana y la oportunidad de volverte a ver.