lunes, 5 de abril de 2010

Sin asombro

Imagino que escandalizarse no es lo correcto. No, al menos, en esta sociedad moderna, civilizada y de mente abierta.

Y si Ricky Marti reconoce que eso de la Vida Loca tenía un sentido diferente al que creíamos, puede que sea más nuestra culpa que la de él. Nunca se declaró heterosexual. Si, es verdad, se agarraba de la manita con Rebeca De Alba pero qué puede significar eso. Tiene dos hijos inseminados-adoptados, pero es perfectamente normal porque todos sus allegados dicen que le sobra amor.

Creo que está de más decir que su carrera, a la luz de sus nuevas confesiones, se basa en una enorme mentira: nunca antes fue sincero. Y no lo fue, ahora se especula, porque la disquera se lo impedía… pero él siempre de corazón limpio y moralidad perfecta. Jotito? Si, pero víctima de las circunstancias.

Esta de más, como digo. Somos modernos y, para ser sinceros, eso de que los niños vistan de azul y las niñas de rosa es cosa de ancianos. O eso es lo que debemos decir, para que no te lluevan recriminaciones de atrasado, de tu nunca sabes cómo te saldrán los hijos o el a lo mejor tú también eres pero te da miedo salir del closet.

Total que para temas tenemos lo de la niña Paulette, los muertos del narco (o de los soldados), lo de la gasolina.

¿Y si tampoco eso nos sorprende mucho? Bueno, nada pasa: así es nuestra generación.