Te juro que lo escuché: la señora adelante de mi en la fila pidió un capuchino descafeinado con leche ligh y endulcorado con Splenda. Uta: para qué pide algo que no puede tomar en una versión normal!
Creo que así de complicada se ha vuleto la vida: cada vez son más los que tienen que conformarse con "disfrutar" lo más parecido a la versión original, pero con menos calorías, menos azucar, menos algo.
Y hablando de vida y café está el otro extremo: antes, pedir un café era de lo má sencillo; ahora en estarboks -creo que por aquello del individualismo- hay un sinnúmero de opciones sobre las que, además, hay que decidir si le dejas espacio para cualquiera de los siete tipos de leche disponibles.
Buenas noches.