Núnca debe tomárseme demasiado en serio. Si el mismísmo Borges lo dijo "no me tome demasiado en serio" en alguna entrevista, qué pudiera decirse de mi.
Total que hoy me recuerdan un comentario que solté solo por hacerlo: de esas veces que en vez de hola dice otra cosa. Y lo que dije fue: Uta we, ojalá y ya te compres otra corbata porque esa que traes es la única que siempre te veo.
Ja, ja. Ji, ji. La verdad es que ya ni recordaba el comentario. Pero hoy, por el messenger, el buen Andy -medio metrosexual en crisis a quien dirigí el comentario- me lo recriminó. Y eso que han pasado algunas semanas desde el que fuera, según yo, un original saludo. Oye, Andy, mira que fueron muchos los días que han pasado en los que has conservado el saludillo.
Bah. Total que si tiene quince, mil o una corbata a mi me da lo mismo. Fue solo que en vez de hola se me ocurrió lo del accesorio. Lo entiendo y lo digo: núnca debe tomárseme demasiado en serio.