lunes, 17 de noviembre de 2008

El inefable

Escucho a Fernández Noroña hablando de Jesús Ortega y lo que el considera un “pago del gobierno a la traición” (la presidencia del PRD) pasando por un TEPJF sujeto a las instrucciones del ejecutivo y me impresiona, como siempre, el contraste entre la pausa y tono amable de su voz y los contenidos de lo que dice, gráficamente diría que parece un pastor aullando o un lobo balando para reunir a las ovejas (Entrevista en Radioformula de la Tarde del 17 de noviembre de 2008). Cuando uno le escucha en extenso se queda con la impresión de estar inaugurando una nueva forma de democracia, mas aún, lo hace de una forma tan suave y mesurada, que pareciera estar inmersos en ella desde hace mucho tiempo, incluso disfrutarla. En esta democracia, la de Fernández Noroña, la opinión de las minorías es la voz que baja del Olimpo, no hay espacio para las instituciones, no hay espacio para los que piensan diferente, no hay espacio para los que tienen otros puntos de vista, estar del lado correcto significa la vida, tanto tanto, que, adelanta, no aceptará ni el puesto más pequeñito en la dirigencia de Jesús Ortega. Hay que reconocerle su congruencia, desde los clavados al frente de la camioneta de Zedillo hasta hoy sigue siendo genio y figura, y se me enchina el pellejo, creo que si lo escucho más de 10 minutos empezaré a seguirlo.