miércoles, 12 de noviembre de 2008
Jean Valjean
El aburrimiento es el espacio donde llegan los individuos cuando se les agota la creatividad y el gozo de lo simple y cotidiano. Se puede mezclar con la tristeza, de hecho se confunde y mimetiza con la soledad, la angustia y la apatía. Jean Valjean se “aburre” de la vida, se hastía de si mismo, se vuelve un ser obtuso, incapaz de cambiar y salir del lumpen al que el sistema judicial (la vida) lo llevó, toca fondo cuando le roba la moneda a Petit-Gervais, el pequeño vagabundo que tiene la desgracia de toparse con semejante desecho. Curiosamente ese acto y el contexto en que se da son el principio de su transformación que seguirá, asediada por su pasado, toda la vida. Volverse obtuso –sin esperanza- es el riesgo del aburrimiento.