No soy bueno para recordar números, de hecho no me aprendo los números telefónicos de mi mujer y mis hijos, pero este si….. es el número de afiliación al IMMS, el mismo que usé hasta los 20 años. Creo que lo recuerdo por que está asociado a los dos únicos problemas de “salud” que he tenido: la miopía y una rinitis alérgica. La primera empezó, más bien se detectó, cuando tenía unos 10 años y la segunda como a los 17; entre las dos motivaron muchas visitas al médico. Mamá era enfermera del IMSS así que “gocé” de pequeños privilegios, como el de entrar en algunas áreas restringidas, por ejemplo donde se resguardaban los expedientes clínicos. Dentro del “archivo” había verdaderos edificios de departamentos de unos 6 o 7 pisos y muchos metros de largo, cuadra a cuadra, peor que mini casitas. Ahí los inquilinos eran expedientes individualizados, toneladas de papel, pegados unos a otros y que solo se identificaban por el número de afiliación. El mío era 4960382064.
Viene a cuento por que algunas pequeñas molestias y el deseo de hacerme un “chequp” (en nacoregio) me llevó a la unidad de medicina familiar que me corresponde en la actualidad y el tiempo de espera fue fértil para la comparación y la evaluación por percepción. Se que es limitado y tiene mi sesgo particular, pero bueno, ahí va:
Son 33 consultorios de medicina familiar, trabajan dos turnos y cada médico atiende unos 30 casos por día, cinco días por semana. Son 1980 consultas por día, unos 10,000 por semana … unas 500,000 por año.
Tres rasgos que no están en mi memoria: Prevenimms, la acción refleja de enviarte a vacunas y las Lenovo.
En Prevenimos, aunque no consultes, son de cajón las pruebas rápidas de colesterol y diabetes, la dotación de condones es automática y también te pesan, te miden la lonja y si sales mal en alguna de las pruebas vas directo al médico. Las Lenovo están con la asistente recepcionista y en el escritorio del Doctor.
Los añorados expedientes de papel no existen más.
La queja constante persiste, las citas y los exámenes de laboratorio o de alguna especialidad son demasiado lejos. Lo confirmé, en mi caso unos se programaron para dentro de un mes y otro para diciembre. Opte por ir a laboratorio particular.
Otras monadas, también persistentes, son: la vigencia, la supervivencia, la terrible fila para la farmacia –todas las tenías – y la fila para autorización de especialidades.
Individualmente, podría decirse, no es una experiencia muy grata…..en descargo diría que el actual IMSS está lejos del de hace 25 años y preguntaría ¿Qué negocio particular puede atender esa avalancha de miseria (me incluyo), verse como el Mugerza y el San José y ser rentable?¿Qué miembro de nuestro club de pobres puede pagar servicios del Mugerza? En mi caso, que no estoy realmente enfermo, si hubiera hecho todo el proceso con privados llevaría gastados, bajita la mano, unos $ 3,000 pesos (dos consultas de médico general, laboratorio y medicinas).
¿Es el actual IMSS mejor que antes? Si, seguramente. ¿Es suficiente? No, seguramente. ¿Se puede hacer más? Si. ¿Depende del ejecutivo? No creo.
Por último, dos sueños Guajiros:
Me encantaría que el niño verde o la perroni o el otro zonzo tuvieran que pasar por este circulo, el séptimo de nuestro gulag de la no salud. Supongo que después de eso no se atreverían a decir: que te lo pagen. ¿O sí?
Qué pasaría si la idea de Santiago Levy pudiera implantarse: IVA generalizado del 10, el 12 o el 15 % incluyendo alimentos y medicinas, nos olvidamos de las cuotas obrero patronales y de otras cosillas y se implanta la cobertura universal. ¿Tendríamos un mejor sistema de salud? Según los números del susodicho la lana alcanzaría para lo de hoy y para más.
Salud.