Los que me conocen de Saltillo y el inframundo del periodismo conocen la amistad que une a quien esto escribe y el periodista-tiempo-completo (filósofo-cuando-vacaciona), Jesus R. Cedillo.
Pues viene a cuenta porque desde hace ya varias lunas y varios soles he intenado (sin éxito hasta hoy) se sume por una vez en su vida a esto de la tecnología y tenga un blog.
Y cómo para qué, me pregunta el maestro quien no se hace a la idea de que sus palabras no huelan a tinta y papel. Pues para partir madres, ni más ni menos, para ser libre y escribir un par de líneas o discursos completos; para que haga lo que quiera y cuando quiera. Que sea expontáneo y entremezcle ácida opinión con dulce poesía (poeta antes que periodista, se acepte o no)
El maestro Cedillo, sobra decirlo, tiene clientela: lo mismo lo leen amigos que enemigos; incluso lo leen quienes no le conocen. Su lectura provoca, siempre.
Solo una cosa le pido al maestro (ademas, por supuesto, de tener su contraesquina-blogspot): no haga de su espacio un medio adicional para entregar las mismas columnas que ya leemos en blanco y negro.
¿Tendremos la oportunidad de leer al maestro Cedillo en su espacio personal? Seguiremos informando.