Uts, como si fuéramos los timbiriches... o, por aquello de las generaciones, los micro-chips o carrusel de niños reload o 3D.... Pues ahí estábamos 18 años despues de la graduación, en el Dublin de la calle de Allende (saltillo), en punto de las 10, el viernes pasado.
Yo, antisocial como soy, por poco y no voy: tanta gente en tan poco tiempo me da dolor de cabeza. Pero, fui. Y no me arrepiento. Fue un reencuentro con muchas amigas y amigos a quienes conoces (y te conocen) en versión original.
No estuvieron Gisela ni Griselda. El Güero y Nacho Zertuche también faltaron. ¿Y Yuria? en su casa, imagino. Karla anda en Campeche. Rigo confirmó pero algo se le habrá atravesado. Faltaron muchos: ellos se lo perdieron.
Fue Ricardo Vázquez, de la GM: "somos todos sobreviviente", me dijo. Y es verdad. De alguna manera, cada quien a la suya, lo somos.
Roberto Castro: weeeeee, cuando lo dejé de ver -según recuerdo- estaba yo más alto que él. ¿Que pasó? Don Alfonso, el médico de músculos y nervios de acero, dijo haber recorrido en estos 18 años todos los estados (los civiles y los geográficos). Berumen (oscar pérez, mejor conocido como) los conoce a todos y de todos sabe algo. Santiago... m m m m m, bueno, el se fue muy temprano a impartir justicia, imagino. Nelson: otro que es más alto que yo.... y no es que hayas cambiado mucho, es solo que tras esos lentes que te acompañaron los seis años era dificil conocerte. Jesus Soberón: poco platicaste, pero ahí estuvimos.
Adriana comentó sus viajes por el mundo. Gaby, la profe: espero te haya ido bien en tu evento y saluuuuuud. Bere, insisto, eres otra y da gusto platicar y estar al corriente. Blanca, bueno ella convocó y hasta reservó pero se fue temprano muuuy temprano.
Denisse y yo brindamos toda la noche y con todos con agua y coca-cola (pasamos por Jurisprudencia y no tomamos!!!). ¿Y ese que fue identificado como de la sección B? Jajajajaja: ya lo verán.
¿Quien me falta? Sentados todos haciendo un círculo hicimos una breve presentación. Lo mínimo, lo necesario: dónde andas, quien te patrocina, cuántos hijos, cuántas esposas o esposos.
Y que todos respondan y nadie juzge. Y con algunos que se platica más pues más historias habrá en común. Y, a los otros, a conocerlos casi desde cero, dando un salto desde ese día en que, en La Normal, nos despedimos.
Fue bueno verlas y verlos. Es volver a los orígenes: aunque el agua del río cambia, es el mismo río y es la misma agua. Ya lo dijeron: platicábamos como los grandes cuates y no importó un distanciamiento de casi dos décadas (y todas las historias, parejas, familia, vivencias y muertes que quepan ahí).
No importó porque, al final, si somos amigos. Y, como alguien diría, entre nostros no hay maldad... neeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, fue solo un pretexto. Ñaca-ñaca.
Hasta la otra y (de mi parte con agua) saluuuud.