viernes, 19 de junio de 2009

De la melcocha y el derecho de replica

Primero. Para que no se me malinterprete diré que tengo un montón de supuestos amigos exa-egap y ninguno me invito, vaya ni siquiera me preguntaron si estaba invitado, también diré que el martes 16 por la tarde estuve con el Dalai Lama de la EGAP (líder real y espiritual de todos los aprendices maperos y otras tribus) y con el sensei de las fabricas de melcocha (Rubio) en donde se reúnen perfectos desconocidos para recordar con alegría momentos que nunca vivieron juntos y tampoco me invitaron, por último también diré que tengo cuatro cuentas de correo electrónico, dos líneas telefónicas en mi casa, dos teléfonos celulares, cuentas en skypee y messenger y comparto – por gracia del filosofo de saltillo – un blog y nadie, nadie me invitó o siquiera me dijo que iba a verificarse semejante celebración. Pero bueno, sirva solo al descargo de no haber ido a la celebración del Milenio de los Exa EGAP.
Segundo. Si me invitan a la próxima voy, seguro tendré la oportunidad de saludar a quienes compartieron aula conmigo (pocos) y podré conocer a muchos otros que padecieron de las mismas locuras que disfrute durante mi estancia en la EGAP.
Tercero. Respecto a los efectos del tiempo, solo diré a quien alborto el avispero que soy como el queso añejo, el buen vino o los cerros y que caballo viejo mata potrillo.
Por cierto, exijo que mi replica se publique en los mismos medios en donde se pusieron en duda, so pretexto de la edad, mis capacidades. A lo mejor esta replica ayuda a poner en punto de turrón la melcocha, la hace menos empalagosa o, lo más seguro, no le hace nada.