martes, 16 de junio de 2009

Nada particular

Es solo que el sueño se me acabó antes de que el sol saliera. La maldita costumbre de levantarme temprano para terminar pendientes que hoy no tengo. Estoy frente a la computadora en este ejercicio de escritura.

Porque esto es tipordiario: un esfuerzo por que los dedos no se me entuman, que se acostumbren a hilvanar palabras.

Dos son las reglas que me he impuesto: la primera, escribir "en caliente", es decir, conforme las palabras van saliendo, sin mucha edición, cero reescritura. La segunda, hacerlo cuando puedo y quiero. Había una tercera, si he de ser sincero, que fuera este un espacio compartido... pero a muchos casi-todos los invitados parece se les canso la mano (algunos antes de empezar).

Me sorprende ver el contador de lecturas. Las agradezco. Todas ellas amigables y hasta piadosas.

Agradezco, incluso, aquellas que no comparten las opiniones: de alguna u otra manera es mil veces mejor estar en desacuerdo y ponerlo por escrito que desgarrarnos en debates interminables sobre quien tiene la razón: de mi parte acepto que la mejor opinión es de quien lee; es solo que la opinión de quien escribe, como nace desprotegida y sin rumbo y sin amigos, merece la protección del hijo único.

Perdón su suena cursi, es solo que me levanté temprano sin mucho que hacer. Se me acabó el sueño y aún no sale el sol.