Debió ser el doble-maestro y consejero electoral universitario quien, como acostumbra, apaga fuegos con gasolina: inició todo como un inocente mensaje para desmodorrarnos a todos y preparar tiros de precisión en la próxima comparencia que, en la EGAP, tendrá lugar.
Excelente ejercicio. A todos quienes han mandado sus preguntas habrá que felicitarlos por su tiempo e interés.
Siendo solo un tipo ordinario -que además pernocta y respira la mayor parte del tiempo en Coahuila- me confieso: no estoy muy al día sobre lo que allá sucede. No siento por alguien filia o fobia en particular. Entre los dos punteros (Elizondo y Medina; Medina y Elizondo) veo las diferencias que a la vista saltan: el copete o la ausencia del mismo; las arrugas o los ojos planchados; el blanqui-azul y el tricolor. Dicho sea con todo respeto y dentro de lo políticamente-correcto.
La capacidad de quien esto escribe dista mucho de comprender movimientos macroeconómicos (que no me escuche Dieck), microecónómicos (perdona Aragón). Y como, por sistema, soy escéptico, me parece que cualquiera que gane habrá de hacer su mejor esfuerza en contra de la delincuencia.... y, al final, serán pocos los resultados (¿o hay un Giullianni en el corazón de uno de ellos?).
Yo, total, que solo haría preguntas sencillas... solo para ventanear. Y, como -insisito- no hay filia o fobia que me empuje, se las haría a ambos (o a todos quienes vayan y sean candidatos):
1. ¿Cuál fue su peor mentira cuando era jóven?
2. ¿Qué le han dicho o piensa usted transmite su imagen de los espectaculares?
3. ¿Le gustaba ir a la primaria?
4. ¿Cuál de los regalos que Santa Clos le trajó recuerda con mayor emoción?
5. ¿Cuántos artículos tiene la constitución de Nuevo Léon? -¿y cuántos piensa cambiar?-
6. ¿Podría decirme, señor candidato, cual es el mayor logro que identifica en sus hijos?
Total que preguntas de ese tipo haría. A estas alturas, sospecho, todos conocen ya al candidato y tendrán muuuy en el fondo decidido cual de los espacios cruzar en la boleta. Pues bien, estas preguntas intentan conocer al humano detrás del candidato, al hombre detrás de la publicidad.
Dicho sea de paso, no iré a la presentación: este domingo, como todos los anteriores, desayuno barbacoa en casa de mis papás y con toda la familia. Son, estos desayunos, de esos tesoros que pueden encontrarse solo una vez a la semana.
Servidos.
