Obama se queda sin Olimpiadas en Chicago pero se llevará el Nobel; Elinor Ostrom –con más publicaciones que arrugas (y vamos que sí está arrugada)- se convierte en la primera mujer en ser premio Nobel de Economía.
El prieto con menos de un semestre en el encargo y una mujer: así son las cosas, los tiempos cambian, ya no hay algo escrito, todo puede pasar.
¿Qué significa esto? Los economistas dirán que los costos de transacción se incrementan. Esto es, frente a lo inseguro todo exige mayor riesgo.
Así, lo que estuvo mal hasta ahora deberá repensarse otra vez (¿seguirá estando mal mañana?); toda actividad basada en fórmulas que funcionaron podrían no seguir siendo lo mejor por hacer.
Tal vez, después de todo, sí terminó la historia y lo que sigue son varias páginas en blanco donde las reglas cambian.