El día 14 de octubre de 2009 se registró un intenso debate en la Cámara de Diputados relacionado con la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza. Según la crónica de Miguel Ángel Granados Chapa cuando Francisco Hernández Juárez hizo uso de la palabra “Negó que los electricistas fueran privilegiados, pues sólo ganan en promedio entre seis y ocho salarios mínimos….” (las negritas son mías). Tal afirmación me sirve para dos cosas: corroborar que al mejor cazador se le va la liebre y sostener la vigencia de la famosísima frase de que a confesión de parte relevo de pruebas.
Algunos sabedores dicen que los informadores deben ser imparciales, otros que la imparcialidad no puede existir en el oficio de comunicador y aunque Granados Chapa es un tipo inteligente y de buen decir (buen escribir en este caso) en este asunto dejo pasar la rola que cito arriba – muy relacionada con sus filias - y que se puede leer así: La Encuesta Ingreso Gasto de 2006 estimó que el ingreso promedio trimestral de los hogares que se ubican en el decil IX es de $ 21,231 y el de las que están en el decil X de $ 49,462, así que si un ex trabajador de Luz y Fuerza ganaba en promedio 7 salarios mínimos entonces por trimestre ganaría – él solito – unos $ 33,131 lo cual lo ubica entre los humildes deciles IX y X. Entonces, si el dato de ingreso promedio que ofrece Hernández Juárez es correcto la nota del imparcial comunicador debió decir con regocijo: - Eureka los pobres y desprotegidos se transmutaron en ricos-.
De Hernández Juárez no hay mucho que decir, salvo que su aseveración se convierte en el relevo de pruebas para quienes todavía dudan de los privilegios de los agremiados del SME y claro, como dirían en la Suprema Corte, por el notorio cinismo de su planteamiento.