viernes, 16 de octubre de 2009

Sin chicharra

El día 14 de octubre de 2009 se registró un intenso debate en la Cámara de Diputados relacionado con la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza. Según la crónica de Miguel Ángel Granados Chapa cuando Francisco Hernández Juárez hizo uso de la palabra “Negó que los electricistas fueran privilegiados, pues sólo ganan en promedio entre seis y ocho salarios mínimos….” (las negritas son mías). Tal afirmación me sirve para dos cosas: corroborar que al mejor cazador se le va la liebre y sostener la vigencia de la famosísima frase de que a confesión de parte relevo de pruebas.
Algunos sabedores dicen que los informadores deben ser imparciales, otros que la imparcialidad no puede existir en el oficio de comunicador y aunque Granados Chapa es un tipo inteligente y de buen decir (buen escribir en este caso) en este asunto dejo pasar la rola que cito arriba – muy relacionada con sus filias - y que se puede leer así: La Encuesta Ingreso Gasto de 2006 estimó que el ingreso promedio trimestral de los hogares que se ubican en el decil IX es de $ 21,231 y el de las que están en el decil X de $ 49,462, así que si un ex trabajador de Luz y Fuerza ganaba en promedio 7 salarios mínimos entonces por trimestre ganaría – él solito – unos $ 33,131 lo cual lo ubica entre los humildes deciles IX y X. Entonces, si el dato de ingreso promedio que ofrece Hernández Juárez es correcto la nota del imparcial comunicador debió decir con regocijo: - Eureka los pobres y desprotegidos se transmutaron en ricos-.
De Hernández Juárez no hay mucho que decir, salvo que su aseveración se convierte en el relevo de pruebas para quienes todavía dudan de los privilegios de los agremiados del SME y claro, como dirían en la Suprema Corte, por el notorio cinismo de su planteamiento.