miércoles, 15 de julio de 2009

Twitter (o la negación de la privacidad)

Y qué te puede interesar si estoy por ir al gimnasio, a comer con alguien o pensando en el primer perro que tuve de mascota.  Y qué me puede interesar a mí si te duele la muela, vas a la escuela por tus hijos o estas peinando al gato.

Tal vez sería de lo último que me enteraría si nos vemos para tomar una café.

En twitter –el ultimo grito de la moda cibernética- puedo saber esto de mis cuates y cuatas y de cuanta celebridad –de todo tipo- quiera. Puedo, y en verdad puedo pues ya estoy dado de alta- hacer del conocimiento del ciberpúblico virtual de cada paso que de… puedes saber que hago, en donde estoy, para qué lo hago, lo que se me antoja de comer.

Con este programita aparecerá en tu pantalla. Ya si lo quieres leer o si pasas, es tu decisión. Lo que escriba y deje de hacer, es la mía.

Negarme a la privacidad tiene su encanto.