sábado, 9 de mayo de 2009

Intelectuales

Apenas si puedo robarme unos instantes para leer. Pasar horas frente novelas, hablarme de tu con personajes que nunca existieron o murieron antes de que no naciera es algo que extraño. Pero lo intento, pues.

Recuerdo (y, por recordar, creo me estoy volviendo viejo) la única novela que he leido sin parar: Psicosis de Robert Bloch: comencé a media mañana de un sábado cualquiera y no paré sino hasta la última página, cuando era hora de cenar.

Azteca, de Gary Gennings. Me lo creas o no, lloré junto con el protagonista todas de las mil y una desgracias que vive. No lo supe hasta tiempo después, pero mi firma fue fuertemente influenciada por esta novela.

Pero, ahora, debo robarme tiempo. De manera intermitente leo Intelectuales de Paul Jonhson. Logra hacer retratos bastante humanos de aquellos cuyas ideas soportan todo lo que -todos los demás, nosotros, meros mortales- decimos, hacemos y pensamos.

En una oportunidad róbate unos momentos y lee algunas de sus páginas. Vale la pena.