viernes, 1 de mayo de 2009

Sin fin

Lo que más me gusta del cine, es que las películas terminan. Desde que compro el boleto de entrada, tengo la certeza de que, buena o mala la peli, en un par de horas estaré de vuelta.

Esto de la influeza, snif, no es una película. No termina la próxima semana, el día 6 en que todo volverá a la "normalidad". Lo normal, ahora, será siempre tenerlo presente sin importar pase un día, un mes o un año. Es algo con lo que tendremos que vivir. Es sombra que nos sigue.

Para ir al cine, por ejemplo, la pensaremos un par de veces considerando la renta una mejor opción. ¿Conciertos, obras de teatro, exposiciones? La cosa es que tendrá que replantearse todo el asunto: no vaya siendo que, cuando se nos esté olvidando, reaparezca.

Recuerdo, toda propoción guardada, lo de las torres gemelas ¿ya lo habia dicho? Después de ese día, hasta el gigante americano reconoció sus pies de barro. Al fin de cuentas, el ser humano también tienen pies de barro: y polvo fue y en polvo se convertirá.

Achuuuuuuuu!