Así es, hay que tener cuidado con las promociones de tiempos compartidos y otras situaciones parecidas.
Los tres amigos decidieron aprovechar la promoción, un viaje a una playa, alimentos y bebidas incluidos, un hotel de lujo con spa, el requisito llevar tarjeta de crédito. Todo se planeó perfectamente, los tres amigos, hombres casados por supuesto, aprovecharían esta promoción con una variante, no llevarían a sus esposas, en su lugar llevarían a unas buenas amigas…
Que puede pasar? Nada, decía el amigo de nombre Uno, el más insistente de los tres y principal promotor de este variante turística en la que se aprovecha un buen servicio teniendo como estrategia soportar el acoso de los vendedores de tiempo compartido y el intento de lavado de cerebro para que uno no sucumba y termine con
Se llamaba Dos, el amigo experto en fiestas y bebidas alcohólicas que, por cierto, estaba indeciso, simplemente decía que era algo arriesgado ir a un hotel en una playa con una mujer que no era precisamente su mujer y hacerla pasar como si fuera su esposa, en fin un embrollo con el común denominador, mujer.
Tres era el serio, el responsable y también el más inseguro sobre la viabilidad de este plan de ahorro y esparcimiento vacacional, pero fue quien después de meditar ideó el plan, es decir, el laberinto triangular verbal debidamente interconectado para justificar su ausencia un viernes sábado y domingo. La cacería, la pesca, el motociclismo, el rappel, montañismo, etc. Son pretextos indispensables y muy útiles, siempre hay que tener un rifle de diábolos en casa, una caña y un buen piolet, ya saben, se puede ofrecer.
Las amigas, por compromiso financiero, aceptaron el reto, hacerse pasar por esposas. Tres días de alegría y exceso en una playa, que maravilla!. Hamburguesas a las 12 de la noche, desayunos calientitos y de buffet interminable, trajes de baño, alberca, bronceador, almejas chocolatas, cerveza, arena, piña colada, coco con vodka ¿Qué más se puede pedir? todo un retiro de integración no espiritual.
El trato en el hotel los hizo sentirse como dueños del mismo, todo se les cumplía, les ponían toallas en el camastro, los martinis de manzana y kiwi para ellas no paraban, en las mañanas la cerveza y los clamatos estaban muy fríos y por la tarde el whisky tomaba su color dorado en el vaso perfectamente sudado por la condensación.
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Un buen vendedor tiene muchas técnicas para lograr su objetivo una de ellas y que es muy valorada por los gerentes es la capacidad que tengan de memorizar detalles importantes, por eso hacen preguntas a sus posibles compradores todo el tiempo. Pero independientemente de todas esas preguntas, memorizar el nombre de la gente y su lugar de trabajo es uno de los aspectos básicos y fundamentales no sólo en la compra venta, sino en todo tipo de relaciones públicas.
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Ya hasta el bronceado habían perdido los tres amigos, de regreso hasta habían tenido oportunidad de reunirse a ver dos juegos de futbol para comentar y festejar la hazaña de la promoción para el tiempo compartido, de las aventuras y de la gran cantidad de alcohol que se consumió y de las anécdotas con la amigas de esa ocasión memorable. Hay que recordar que entre amigos es básico compartir la información y magnificarla, en la mayoría de los casos, de estos recuerdos para poder brindar más a gusto y recrear los momentos felices al ritmo de Johnnie Walker.
Para el vendedor llamado 23, no fue nada difícil recordar los nombres, Uno, Dos y Tres, son nombres sencillos. Internet por su parte, es una maravilla, la supercarretera de la información le brindó en menos de tres minutos el teléfono real de Uno y Dos, ustedes saben, los corporativos ponen en sus páginas muy buenos directorios para hacer buenos negocios. La suerte decidió que Dos fuera el afortunado por lo que vendedor 23, descolgó y marcó.
Buenas tardes, se encuentra Dos?
Voz de mujer: De parte de quien?
De vendedor 23, de acá del hotel 456
Voz de mujer: No está, gusta dejarle algún recado
Si, pero quien habla, su esposa?
Voz de mujer: Si
Hola cómo estás ya no te acuerdas de mi?
Voz de mujer: No… ¿?
Si, recuerda lo de propuesta que les hice, lo que pasa es que mi gerente aceptó hacerles un descuento de 30 por ciento si se animan para el paquete especial de 9 días al año
Voz de mujer: ¿Eh?..............., Ahhhhh, ya entiendo hablas de lo de hace dos semanas?
Si, claro y no sólo eso también el descuento aumenta si los amigos de tu esposo, Uno y Tres se animan, ya ves que también estaban interesados
Voz de mujer: Claro!!! Ya me acordé y ya hablaste con ellos y sus esposas?
No, pero en eso estoy…
Voz de mujer: déjame te doy los teléfonos son el 83… y el 13… háblales, seguramente están interesadas como yo, habla con ellas a ver que dicen…
Gracias, hablamos luego…saludos!
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Mi amor, ya llegué! Gritó Dos al llegar a la casa…
El final de esta historia, que por supuesto es real, se los dejo a su imaginación.
